Originalmente el Tren Maya estaba previsto para recorrer una de las vías principales del caribe mexicano, en Playa del Carmen, en viaducto elevado, pero finalmente –a principios de año– se anunció que esto no sería así, sino que pasaría detrás de la zona hotelera. Recientemente, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) reconoció que este cambio del trazo del Tramo 5 Sur se debió a un interés económico.
Efraín Olivares, gerente del Fonatur Tren Maya, aseguró que se decidió mover las vías, que originalmente pasaban sobre la carretera 307, frente a los hoteles de la Riviera Maya, a una zona selvática, para no alterar la actividad turística, incluso cuando ya se habían empezado las obras y se habían desmantelado miles de árboles.
“Fue un interés económico, para no afectar a los hoteleros ni al turismo”, dijo Olivares durante una reunión informativa sobre la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo de 67.7 kilómetros, que va de Playa del Carmen a Tulum, celebrada en la casa ejidal Jacinto Pat, en Tulum, Quintana Roo.
Desde que se presentó el proyecto en 2018 hasta la fecha, han habido modificaciones en el Tren Maya que elevaron su costo hasta los casi 230,000 millones de pesos (inicialmente se calculaba en 120,000 mdp), según comentarios del exdirector de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, antes de dejar el organismo encargado del tren.
Desde septiembre del año pasado, empresarios y hoteleros habían pedido al organismo no realizar las obras frente a los hoteles, sobre la avenida que cruza todo el estado, de norte a sur.
“En septiembre de 2021 fue la primera vez que lo pedimos, en reuniones privadas, donde se hablaba que no era viable para el multidestino del Caribe mexicano, que es Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Tulum, que se hiciera por el centro de la carretera”, rememora Lenin Amaro, presidente del Consejo de Coordinación Empresarial (CCE) de la Riviera Maya.
La petición se derivó del problema de embotellamiento que ya estaban generando dos fracturas en la carretera que tardaron en repararse 13 meses, lo que causó pérdidas económicas y el enojo de miles de habitantes y turistas que transitan en esta zona de Quintana Roo, así como de los empresarios y hoteleros.
Fue el 13 de junio de 2020 cuando la carretera 307 se hundió a la altura de Puerto Aventuras. Y aunque primero se pensó que era un socavón, miembros de la organización Círculo Espeleólogo del Mayab que exploraron el sitio en días posteriores aclararon que se trataba de una cueva acuática, cuyo techo –por donde pasa el asfalto– se venció aparentemente por el incesante flujo vehicular y las lluvias torrenciales de las tormentas de la temporada.
La fractura dejó al descubierto el manto acuífero y especies endémicas de la región –como moluscos ciegos– y vestigios que datan de millones de años atrás. Para solucionar el problema, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) había propuesto un puente de 40 metros de largo y uno de alto que librara la falla, pero fue descartado.
A un año de aquel incidente, la fractura aún no se arregla, pues la solución de la dependencia fue rodearlo. Con barreras viales de protección se desvió ligeramente el camino, lo cual sigue provocando embotellamientos en el punto donde ya no pasará el Tren Maya.
Además, a ocho meses del hundimiento, en febrero de 2021, a 42 kilómetros de distancia, apareció una nueva fractura sobre la carretera, ahora a la altura de Playa Paraíso, lo cual generó una segunda clausura de carriles y agravó los problemas. Para entonces, el Fonatur tomó la administración de la carretera 307 y coordinó los trabajos de reparación temporal, que se consiguieron en julio.
Con esa experiencia, los empresarios manifestaron su descontento con que el Tren Maya pasara sobre la carretera, pues serían al menos dos años de obras, que conllevarían afectaciones similares a las vividas en los meses previos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el cambio a principios de año. “No es en la orilla de la playa, es atrás, es un nuevo trazo”, dijo en conferencia de prensa en la que pidió el apoyo del sector hotelero para la modificación, por lo que ya no fue necesaria la segunda reunión acordada para mediados de enero 2022, pues antes de lo agendado, ya con Javier May Rodríguez como nuevo director del Fonatur, se anunció el cambio.
Con información de Expansión Política