El Partido Revolucionario Institucional (PRI) cedió en el Senado y ya se perfila una propuesta alterna con la que ese partido daría el sí a las reformas para que las Fuerzas Armadas sigan en tareas de seguridad pública hasta 2028, pero con mecanismos de control.
La propuesta fue cabildeada y recibió el aval del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el de la Defensa Nacional (Sedena), general Luis Crecencio Sandoval, y saldrá adelante máximo en 10 días, luego de que este miércoles la 4T, al vislumbrar que no podría alcanzar la mayoría calificada necesaria para poder reformar la Constitución, optó por una retirada temporal y regresó el dictamen a comisiones.
A la mayoría de Morena y sus aliados en realidad les habría faltado sólo un voto, de someterse al pleno, pues lograron que la mayoría de la bancada del PRI se inclinara a favor.
En reunión previa a la sesión, el Grupo Parlamentario del PRI se decantó: 9 de 13 legisladores que habían jurado rechazar la propuesta anunciaron que votarían a favor del dictamen que se presentó ayer al pleno del senado para modificar el artículo 5o transitorio y ampliar a 9 años el uso de la fuerza militar con la Guardia Nacional.
Los 75 senadores de Morena y sus aliados, más los 9 del PRI llegarían a 84 votos, muy cerca de los 85 necesarios, aunque en realidad la sesión cerró con 127 senadores presentes y tras el debate inicial se devolvió el dictamen en aras de generar más acuerdos.
El voto decisorio para que transite la enmienda se conseguiría con la propuesta alterna, que se incluiría en el artículo 6º transitorio del decreto constitucional que creó la Guardia Nacional, y que, explicó uno de los impulsores, el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, incluiría darle “bastantes dientes al Congreso”.
Estos serían “comparecencias semestrales de los titulares responsables de seguridad pública, un reporte con indicadores, un grupo de alto nivel formado por la sociedad civil, académicos y gente con trayectoria en materia de seguridad, más presupuesto para los estados y el fortalecimiento de sus policías, mecanismos de evaluación, así como supervisión internacional” y con ello confió en que se sumarán más priístas y opositores.
La propuesta con esos detalles circuló el miércoles 21 en un borrador se hizo del conocimiento de los titulares de Gobernación y la Sedena y se avanzó con el aval del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal –de acuerdo a Ramírez Marín–, por lo que “ya aceptaron lo que propusimos desde el principio”, durante la dictaminación, que fue reforzar la fiscalización y el control al uso de la fuerza militar.
“Nosotros presentamos una propuesta alterna que ahora yo celebro que Morena haya dado más tiempo a la discusión”, explicó.
“Mi voto estaba condicionado a que aceptaran y votaran esta iniciativa” dijo el priísta yucateco.
Ramírez Marín ha encabezado pláticas con los morenistas, incluso en Yucatán se ha reunido con ellos; además de que ha anunciado que el lunes habrá una reunión con parte de los integrantes de su bancada y Morena.
El debate sobre la “iniciativa militarista” estuvo marcado por un intenso cabildeo de días previos, y que llegó a su máximo cuando Morena fichó, el martes, al senador Raúl Paz, quien renunció al PAN y se fue a Morena.
En una semana, las negociaciones con la oposición siguieron, pero en torno a la propuesta alterna, promovida entre otros por Ramírez Marín, en tanto que el titular de Gobernación acudió al Senado y también operó, desde un hotel ubicado enfrente, para acercar posturas con el tricolor.